miércoles, 27 de octubre de 2010

Tango Feroz


Tango Feroz - La Leyenda De Tanguito es una película argentina que narra la vida del cantautor rockero argentino José Alberto Iglesias Correa, alias Tanguito (1945-1972), encarnado por Fernan Mirás.

La película muestra a un Tanguito entregado a la música, pero sumido en conflictos personales. Trata sus problemas con las drogas, su amor apasionado por su musa y amante, Mariana (Cecilia Dopazo), su amistad con Mauricio Birabent (Moris) (encarnado por el hijo del mencionado cantante, Antonio Birabent), sus años en el Hospital Psiquiátrico Borda y su tragica muerte en la Estación de Palermo.

Se han expresado dudas sobre la veracidad del enfoque; en opinión de algunos, Tanguito fue un personaje mucho más incoherente e ingenuo que el hombre con valores y metas claros que se muestra en la película, según cuentan sus biógrafos y sus amistades mas cercanas quienes lo conocieron en vida, como Luis Alberto Spinetta y otros .

Hubo complicaciones en la realización del film por la negativa de Litto Nebbia a ceder el tema La Balsa, que había originalmente compuesto con Tanguito.

viernes, 22 de octubre de 2010

Tango Cambalache

El tango Cambalache es la canción más famosa que compuso el gran poeta Enrique Santos Discécpolo. Más allá que han pasado más de 70 años desde su creación, su letra sigue manteniendo una enrome vigencia, siendo un claro reflejo de la sociedad.

El antológico tango Cambalache lo escribió el extraordinario compositor Enrique Santos Discepolo, quien además le puso música a su obra en el año 1935.

Es una de las letras que han marcado la historia del tango del siglo XX, manteniendo una gran vigencia más allá que han pasado más de 70 años desde su creación.

La primera vez que se cantó el tango Cambalache fue en el año 1935, con la interpretación de la actriz y cantante Sofía Bozán en el Teatro Maipo de la ciudad de Buenos Aires.

Más allá que esta canción ha sido grabada por varios cantores de primer nivel, la versión más famosa de todos los tiempos sigue siendo en la voz inconfundible del “Varón del tango” Julio Sosa.

Enrique Santos Discepolo escribió este tango para la película “El alma del Bandoneón” que se estrenó en el año 1936 y protagonizó de un modo magistral Libertad Lamarque.

Luego del film, el tango Cambalache se hizo sumamente popular y con el paso de los años se fue convirtiendo en uno de los clásicos de la música argentina.

Fue censurado por primera vez durante la dictadura militar del año 1943, tal como sucediera también durante todas las dictaduras posteriores que acontecieron en la historia de Argentina.

La censura del tango Cambalache en 1943 levantó una gran polémica, siendo prohibido tras el análisis realizado por parte del Ministro de Educación de la época por considerarlo sedicioso y con una mala interpretación del lenguaje por el abuso del lunfardo.

Fue recién en el año 1949 que Juan Domingo Perón permitió nuevamente que se interpreten estos tangos tal como fueron escritos originariamente.

La letra del tango Cambalache

Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también;
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue

y en el mismo lodo
todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

¡Que falta de respeto,
qué atropello a la razón!
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto al calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo´a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El tango en Japón

José Gobello, presidente de la Academia Porteña del Lunfardo, expresó «aunque parezca joda, París es el lugar desde donde el tango llegó a la Argentina». Parafraseando esta controvertida expresión de Gobello, podemos afirmar que el tango llegó a Japón desde París.

El barón Tsunayoshi "Tsunami" Megata, nacido en Japón el 17 de noviembre de 1896, era hijo de un diplomático japonés y nieto del samurai Kaishu Katsu, el primer guerrero noble que viajó a Estados Unidos. En 1920, para someterse a una operación quirúrgica, Megata arribó a París donde residió hasta el año 1926. Durante su estada en "la ciudad luz" aprendió a bailar el tango en el cabaret "El Garrón", en el que actuaba la orquesta de Manuel Pizarro, llegando a ser un eximio bailarín.

A su regreso a Japón, Megata llevó tangos grabados por "Le Véritable Orchestre Argentin Tano Genaro" (dirigida por Genaro Espósito), por la "Orchestre Argentin Manuel Pizarro", por la de Bianco-Bachicha (Eduardo Bianco-Juan Bautista Deambroggio) y por varias orquestas francesas. Como las etiquetas de los discos estaban escritas en francés, en Japón creyeron al principio que el tango había nacido en Francia.

En Tokio, el barón Megata instaló una academia de baile gratuita en la que enseñó a bailar nuestra música a la aristocracia japonesa y publicó "Un Método para Bailar el Tango Argentino".

A fines de la década del 30 y principios de la del 40, Noriko Awaya y otros cantantes difundieron el tango al estilo japonés. En ese período se constituyeron varias orquestas de tango y en los años 50 actuaban más de 20 conjuntos, siendo el más conocido la "Orchesta Típica Tokyo" dirigida por Shimpei Hayakawa.

La popularidad que tiene actualmente el tango en Japón se debió también a que durante la II Guerra Mundial se había prohibido la difusión de la música de jazz.

En 1954, la orquesta de Juan Canaro fue la primera que actuó en Japón, a la que le siguieron entre otros los conjuntos de Osvaldo Pugliese y de Francisco Canaro.

En 1987 se vio por la televisión japonesa el espectáculo "Tango Argentino" y la revista Asahi Graph le dedicó una edición completa ("¡Tango!. El baile, el canto, la historia", de Simón Collier, Artemis Cooper, María Susana Azzi y Richard Martin. Ediciones Odín, Barcelona, España, 1997).

Japón, por su parte, nos envió a la fina cantante Ranko Fujisawa quien, por no conocer el castellano, cantaba tangos fonéticamente. Dice Horacio Ferrer que, en el idioma japonés, la palabra "shibui" significa «la apariencia amarga de lo que es positivamente hermoso. Así, el tango es una suerte de shibui canyengue» ("El Siglo de Oro del Tango", Manrique Zago ediciones, España, 1998).

En 1981, Luis Alfredo Alposta -quien fue el primero que dio a conocer el nombre de Megata y su obra de pionero y difusor del tango en Japón-, escribió la letra de "A lo Megata", a la que Edmundo Rivero le puso música, grabándolo en 1983 con el acompañamiento de la orquesta de Leopoldo Federico en la que actuaba el bandoneonista japonés Yoshinori Yoneyama.

Ese tango fue ejecutado por primera vez en Japón el 29 de mayo de 1982 en el 14° aniversario del fallecimiento del barón Megata.